Nunca se ha destacado por su elocuencia en las entrevistas, pero su precisión a la hora de plasmar sus ideas en las pantallas es tal que ni una sola de sus películas se puede confundir con la de otro director. Eso también es válido para Dumbo , la versión con actores de carne y hueso (y un elefante animado) del clásico de Disney, con la que Tim Burton ha vuelto a participar en la estrategia del gran estudio en reciclar sus viejas historias. Pero si alguien pretende ver en la historia del elefantito volador metáforas y alegorías, no ha entendido que para el realizador californiano de 60 años todo pasa por lo visual.
¿Qué fue lo que le atrajo de la historia?
Que era Dumbo, eso es todo. Es un personaje que no se ajusta a lo que la gente espera encontrar y por eso se burlan de él. Tiene una desventaja que en algún momento termina convirtiéndose en algo hermoso. Es una propuesta muy simple, muy artística y muy emocional. La historia de los otros personajes en la película de alguna manera establece un paralelo con la de Dumbo, porque todos están tratando de encontrar su lugar en el mundo o se están cuestionando quiénes son. Muchas de las cosas que uno se pregunta todos los días se traslada a una imagen muy simple y muy bella de Dumbo, que es lo imposible que se ha vuelto posible, un elefante que vuela, que es un símbolo de muchos sentimientos muy humanos.
La Dumbo original dura poco más de una hora. ¿Cuán complicado fue extender la historia?
Ese fue uno de los problemas que hubo que resolver. Lo que me dio la confianza de que iba a poder contar esta historia es que realmente es imposible hacer un remake de Du mbo. Todo el mundo la recuerda como una gran película pero tiene muchos elementos que hoy en día están considerados como absolutamente incorrectos. Es algo que no se tiene muy en cuenta. Pero de todos modos, la Dumbo original es una película única, que tiene vida propia, y nosotros tratamos de hacer algo completamente diferente. Simplemente traté de tomar la esencia de ese filme, que tenía una naturaleza un poco más melancólica que las de otras películas de Disney. Pero ¿cómo podría ser de otra manera? Hay un niño al que separan de su madre y luego le termina perdiendo. Lo cierto es que nuestro objetivo no fue hacer un remake, sino tomar la idea de lo que tanto me gustó de la primera Dumbo y contar una historia similar de una manera diferente. Tuve la suerte de contar con actores con los que ya había trabajado como Eva, Michael y Danny. Logré reunir una familia muy extraña, que era algo muy importante a la hora de contar esta historia.
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Es interesante que lo que le haya atraído de Dumbo sea que es un personaje que no coincide con lo que se espera de él, porque es algo que aparece en muchas películas suyas…
Es algo contra lo que no puedo luchar. Una vez que te das cuenta de quién eres, no hay nada que puedas hacer. Nunca voy a hacer una película sobre un héroe que es un vaquero, porque no tengo la menor idea de cómo se siente alguien así.
Se dice que los directores repiten la misma película una y otra vez…
La verdad es que yo no creo que eso sea verdad. Creo que hay elementos similares en todas las películas que hacen, logran que visualmente se parezcan, probablemente los directores toquen temas parecidos, y es probable que repitan imágenes. Pero una persona es lo que es, y todo pasa por el prisma de lo que conocen, y de lo que sienten. Y yo no soy la excepción, porque yo no he conocido muchas cosas. Empecé como animador y esa fue mi formación como director de cine. Por eso todo lo que he hecho ha tenido mucho que ver con quien soy yo, aun cuando se trate de una gran superproducción. Me doy cuenta que hay ciertas cosas que se repiten en mis películas, y eso es porque desgraciadamente sigo pensando en esos temas.
Ha tenido una larga relación con Disney, pero uno de los temas de la película es el gran parque de diversiones que no duda a la hora de liquidar al pequeño negocio del circo. ¿Hay un mensaje oculto sobre sus sentimientos por Disney?
No, todo lo contrario. Yo creo que Dumbo cuenta mi historia con Disney desde una mirada completamente diferente. Un personaje extraño se mete en este mundo y de pronto todos están felices.
También se puede leer un mensaje sobre familias distanciadas a la fuerza. ¿Qué opina sobre estas interpretaciones?
No pienso en esas cosas. Pero lo cierto es que cada vez que alguien ve ese tipo de mensajes, como el que estás señalando, no importa si hubo un intento de mi parte o de los guionistas por crearlo, lo que importa es que alguien ha entendido algo así en la película y son temas que vale la pena discutir. Pero yo no pongo mensajes subliminales en mis películas. Aquí estoy contando una fábula. No es que yo piense en cuál es el mensaje que está detrás de la fábula, porque como suele ocurrir, las fábulas tocan temas sensibles, como separación de la familia o la reunificación de la familia y generan sensaciones en la audiencia que les lleva a cuestionarse muchas cosas. Todos estos temas de los que habla son válidos, pero para responder su pregunta le diré que no hubo una decisión consciente por mi parte de incluir esos temas en la película.
¿Y sí intentó hablar sobre la crueldad contra los animales?
Otra vez, es sólo una fábula, nunca me interesó pegarle en la cabeza a la audiencia con un mensaje, aunque es un tema importante. Esa es una de las razones por las que nunca me gustaron los circos. Siempre me pareció que no era justo que pusieran a los animales a trabajar. Usar a los animales salvajes en el circo me parece cruel y por eso me alegra que ya no se haga más. Una vez en un rodaje mío un mono casi le muerde los testículos a Danny DeVito, en 1992. Tampoco me parece justo que pongan a trabajar a los niños…
¿Se imagina a niños robot filmando en el futuro?
¿Por qué no? Aquí delante tienes a un director robot dando el ejemplo.
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