¿Sabías que para los pintupi, una tribu que vive en el desierto de Australia Occidental, hay quince tipos diferentes de miedo?
Neuralink quiere atravesar el límite de la ciencia-ficción para convertirse en pionero científico de la primera conexión neuronal entre el cerebro humano y una máquina creando una interfaz de usuario. Supongo que los pintupi de Australia añadirían un decimosexto tipo de miedo más. Para los actores, el estudio de la evolución de las emociones es indispensable para aumentar su agilidad emocional, aunque su valor futuro se quede pendiente de un frágil hilo según por dónde derive Neuralink.
Apenas llevamos digiriendo una década de investigaciones sobre la historia de las emociones,(cómo las emociones y su vínculo con cada cultura es básico para entender las relaciones humanas) cuando aparece Neuralink, un potentísimo proyecto mundial liderado por el dueño de las pioneras Tesla, SpaceX o Hyperloop, Elon Musk, para desarrollar interfaces cerebro-máquina que conecten humanos y computadoras. «No será de repente, pero Neuralink ideará un cordón neuronal artificial que podrá tomar el control de los cerebros de las personas», explicó. “Utilizar un ordenador solo con el pensamiento o cualquier aparato conectado, como la televisión, la nevera y, por supuesto, el móvil, solo con un pensamiento, esa es la verdadera naturaleza y ambición de Neuralink”.
Sin embargo, la duda es justificable, ¿por qué parar ahí? ¿por qué detenernos en el simple manejo de la lavadora o de la aspiradora? No tiene sentido. Una inversión de este calibre tan descomunal, donde hay intereses políticos, económicos más poderosos que los sociales no puede quedar en solo eso. ¿Puede suponer Neuralink el principio de una nueva revolución? ¿Hacia dónde?
Conectarte a internet con toda tu mente online… La alteración de los conocimientos adquiridos…La modificación de tu capacidad de memorización…La manipulación de las emociones… La alteración de tus recuerdos… o el control absoluto de las mentes. ¿Dónde está el límite cuando se consiga crear una interfaz que altere drásticamente el poder mental a través de estímulos eléctricos?.
¿Podremos ir a un estanco de emociones y comprar nuestra dosis de amor, felicidad, ira o la que te apetezca tener ese día? ¿Controlaremos las emociones para no sentir dolor, melancolía, depresión, tedio, odio? ¿En qué nos convertiremos? ¿El valor humano en qué quedará? ¿Percibiremos la realidad como ahora?
El trabajo actoral en el escenario se basa en no pensar y en la espontaneidad dirigida mediante un objetivo. El actor, fuera del escenario, que es donde puede pensar e investigar, va a tener que revalorizar su oficio antes de que se transforme en meras animaciones virtuales de historias de realidad tipo matrix o, por otro lado, abandonarlo todo y marcharse a Australia Occidental a unirse a la tribu pintupi para añadir más tipos de miedo a su registro.
En Mediterranean acting nos posicionamos con optimismo y defenderemos hasta el final que la autenticidad humana, su estado genuino en medio de este cambio epocal se mantendrá firme, único y exclusivo viendo pasar de largo esta revolución y las siguientes.