El tierno ‘Dumbo’ de Tim Burton vuela muy alto

Dumbo (1941) fue una de las películas que marcaron la infancia de muchos niños que ya tienen una edad. Sin duda una de las mejores de la factoría Disney que nos presentaba a un elefante de orejas grandes que era maltratado y ridiculizado por los compañeros del circo en el que trabajaba su madre. Gracias a la ayuda de un ratoncito llamado Timothy, Dumbo lograba convertirse en una estrella circense, no sin antes pasar por mil y una aventuras.

Ahora Disney ha confiado en el director Tim Burton para ofrecernos una nueva historia protagonizada por el adorable paquidermo basada ligeramente en la versión original. En este reboot de acción real no aparece Timothy, pero sí muchas caras conocidas como la de Danny De Vito en la piel del histriónico dueño del circo de los hermanos Medici, lugar al que regresa una exestrella del ruedo de nombre Holt (Colin Farrell) tras unos meses combatiendo en la guerra. Holt, viudo y con dos hijos pequeños, Milly (Nico Parker) y Joe (Finley Hobbins) que también trabajan para el personaje de De Vito, ha sufrido la amputación del brazo izquierdo y no tiene más remedio que encargarse de cuidar de los elefantes.

Colin Farrell se encarga de cuidar a los elefantes del circo junto a sus hijos (Walt Disney pictures)

En ese espacio inhóspito nace Baby Jumbo, un elefante de enormes orejas y mirada triste que pronto se verá repudiado por ser diferente. Burton, que desde pequeño siempre se sintió distinto a los demás y solo se sentía cómodo viendo películas de monstruos y de terror -sobre todo si eran de Edgar Allan Poe y protagonizadas por Vincent Price- parece haber encontrado en el dulce paquidermo a su álter ego, un fiel reflejo de cómo la sociedad repudia todo lo que se sale de lo establecido. Así, solo cuando uno cree en sí mismo y lucha por defender su criterio, se impone la auténtica verdad.

La película está ambientada en Florida en 1919, pero su trama bien podría trasladarse a cualquier otra época, con una serie de personajes que solo buscan sacar tajada económica de las desgracias de los demás y otros que andan perdidos buscando su propio destino. La puesta en escena, como no podía ser de otra manera, es sencillamente espectacular y respira un aire de melancolía apoyada en la inconfundible banda sonora de Danny Elfman y una fotografía donde predominan los tonos grises y los atardeceres de luz rosada.

Dumbo , en una escena divertida de la película dirigida por Tim Burton Dumbo , en una escena divertida de la película dirigida por Tim Burton (Walt Disney pictures)

Y por encima de todo, vuela muy alto ese dulce elefantito gracias a la amistad y sintonía que surge con los niños protagonistas, que harán lo posible para que se reúna con su mamá -de la que le han separado a la fuerza- y le ayudarán a sacar rendimiento de su particularidad física. Burton eleva la fantasía del original y hace que volvamos a sentirnos unos niños, emocionándonos con esa criatura que deviene hermosa por su coraje y fuerza de voluntad, rebelándose ante las injusticias de un mundo que no trata con respeto a los animales. Un paquidermo dotado de una ternura exquisita y una mirada tan real que cuesta creer que sea el resultado de una imagen creada por ordenador (CGI) rodeado entre actores de carne y hueso.

Dobla tu personaje favorito y vive una experiencia única en família y amigos

Dumbo, además, escarba en la relación de familia a través de la falta de confianza que en un principio Holt mantiene con sus hijos y la que se establece entre todos los miembros del circo, capitaneados por un De Vito en su salsa, derrochando humor -divertidísimas las escenas con el mono travieso- y sentido común. Tampoco se olvida de alimentar los sueños de Milly de convertirse en la próxima Marie Curie; y es que la niña tampoco encaja en el ambiente del espectáculo en el que se ve anclada, pero su determinación, igual que la de Dumbo solo puede lograr cosas increíbles, tal y como le recuerda el villano de la función, el empresario Vandevere que encarna Michael Keaton.

El pequeño Dumbo junto a su madre El pequeño Dumbo junto a su madre (Walt Disney pictures)

Pero si hay un mensaje implícito en todo el metraje de esta conmovedora historia es el alegato a favor de que los animales salvajes vivan en libertad y en su hábitat natural. Dumbo recupera la imaginación y la fantasía del mejor Burton y, lejos de repetir la fórmula del puro remake, el autor de Eduardo Manostijeras o Bitelchús dota a su obra de su sello personal, de un universo donde los seres marginados, los tipos raros, se llevan todos los aplausos y el clamor del público.

Conociendo a Astrid

La directora Pernille Fischer Christensen se centra en los difíciles años de juventud de la famosa autora sueca de literatura infantil Astrid Lindgren (maravillosa Alba August) cuando se quedó embarazada del director del periódico local de Vimmerby Reinhold Blomberg y se vio obligada a dejar a su hijo en Dinamarca en una casa de acogida. La conmovedora película es un viaje que nos invita a conocer a una mujer fuerte, luchadora y responsable que adoraba contar historias y que marcó la infancia de muchas generaciones con relatos fascinantes como los de Pippi Calzaslargas, Los hermanos corazón de león o Los niños de bullerbyn.

La caída del imperio americano

Sucesora temática de El declive del imperio americano y Las invasiones bárbaras, Denys Arcand nos plantea un dilema en la piel del protagonista, un intelectual de 36 años doctor en Filosofía que trabaja como repartidor por necesidad y que es testigo de un atraco que acaba mal, con dos muertos y bolsas por el suelo repletas de millones. La cuestión de irse con el dinero o no sirve al director canadiense para reflexionar sobre una sociedad donde se valora el dinero por encima de todo.

Nación salvaje

El segundo trabajo tras la cámara de Sam Levinson, hijo del veterano cineasta Barry Levinson (Good morning, Vietnam,Rain Man), es una comedia negra adolescente que critica, a base de derramar mucha sangre, la doble moral americana y de paso da una vuelta de tuerca a la caza de brujas en la era de Instagram. La película desencadenó los acalorados aplausos del público durante su paso por el festival de Sitges.

¿Qué te juegas?

Amaia Salamanca y Javier Rey interpretan a dos hermanos ricos que se enamoran de la misma persona, Isabel (Leticia Dolera), una monologuista contratada para seducir al personaje de Salamanca y hacerse con el control de su empresa. El primer largometraje de Inés de León participó en la sección oficial del festival de Málaga y es una comedia gamberra que se ríe de las comedias románticas.

Las invisibles

Este éxito de taquilla dirigido por Louis-Julien Petit se centra en un grupo de mujeres sin hogar a las que les dan un plazo de tres meses para reintegrarse en la sociedad al cerrar el centro social donde viven. La historia surgió de una investigación real y se ha transformado finalmente en una comedia de la mano de actrices no profesionales que también vivieron un tiempo en la calle.

Boi

El interés por reflejar los extraordinario en lo cotidiano ha llaveado al barcelonés Jorge M. Fontana a observar los pequeños detalles de la vida a través de la historia de un joven conductor privado de 27 años (Bernat Quintana) y escritor vocacional mientras transporta por Barcelona en su vehículo a dos empresarios asiáticos.

¡Ay, mi madre!

Estefanía de los Santos protagoniza esta comedia disparatada sobre una mujer que ronda los 40 años y se encuentra con que al morir su madre le pone como condición en el testamento para acceder a la herencia que se case en el plazo de un mes y se quede embarazada.

En busca del Óscar

Octavio Guerra cuestiona la figura del crítico de cine a través de este filme que refleja, mezclando realidad y ficción, el peculiar método de Óscar Peyrou, crítico de cine argentino que juzga las películas sin verlas.

Ballad from Tibet

Desde China nos llega esta road movie sobre superación que cuenta la historia de un grupo de niños tibetanos con distintas discapacidades que se embarcan en un viaje con la ayuda de una familia nómada, un grupo de motociclistas y un productor de televisión con el fin de cantar en un programa de televisión.

Lady Off

David R. Losada invita al público a adentrarse en los ensayos de una escena del Ricardo III de Shakespeare por parte de una compañía de teatro madrileña. Y esa escena le sirve para explorar la fina línea que separa realidad y ficción y consentimiento y violación, ya que la actriz seleccionada para dar vida a Lady Ana es vista por el director de la obra como un juguete al que Ricardo debe asfixiar (metafóricamente), humillar e incluso vejar sobre el escenario.

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