La timidez patológica o extrema no es la timidez que vamos a tratar hoy. Vamos a hablar del carácter tímido, o de aquél que es socialmente inhibido, que es tímido moderadamente. ¿Es cierto que el arte dramático ayuda a vencer la timidez? Sí, y no.
La timidez puede ser un rasgo de nuestro carácter difícil de evitar. Un esfuerzo excesivo dedicado a eliminarlo puede hacer que nos frustremos, entrando en un círculo destructivo. Según nuestra personalidad y nuestras vivencias, cabe preguntarse si la timidez es algo que haya que desterrar de verdad. ¿La timidez qué provoca de verdad?
Puede provocar limitaciones severas en la socialización, si. Entonces ¿Cómo ayuda el arte dramático ante la timidez y la depresión, o la timidez y autoestima?
Las técnicas de arte dramático bien seleccionadas, y con ello nos referimos a que hay que evitar las técnicas que usan los recuerdos de nuestra experiencia vital como fuente de sentimientos, bien seleccionadas nos refuerzan las virtudes personales.
Este refuerzo genera valentía, que es la mejor arma para enfrentarse a los retos dramáticos que se plantean en los ejercicios. De este modo, al asumir un reto, estamos marcando un objetivo mayor, mucho más poderoso que la timidez. Al luchar por él, nuestra timidez no es que desaparezca, es que se usa a nuestro favor durante las improvisaciones.
Con esto, este aspecto que puede resultar muy perjudicial si se le otorga poder, se introduce en un círculo virtuoso que potencia mis cualidades. No dejamos de ser tímidos fuera de la actuación, lo único es que, ahora, la timidez no nos ahoga.
Si quieres convertir tu timidez en un valor positivo de tu personalidad, puedes probar nuestras clases de arte dramático aplicado.